Infinitamente

Te conocí, me enamoré,
La vida te entregué y a ti me sometí.
Y ahora te vas, qué loca fui,
No vuelvas nunca más, prefiero estar así.

Infinitamente sola, infinitamente triste,
Infinitamente herida por el filo de tu amor.
Y cuando vuelvas de rodillas a llorar y suplicarme,
Que perdone tus mentiras otra vez.

Ya no habrá nada de nada en mi corazón,
Nada de nada de ti.
Ya no habrá nada de nada en mi corazón,
Ni huella de tu cruel traición.

Despues de ti, renaceré
A un nuevo caminar, a un nuevo amanecer.
Y en otro amor encontraré
A un hombre de verdad, a un hombre para ser.

Infinitamente amada, infinitamente libre,
Infinitemente llena por su cuerpo y por su mente.
Y cuando vuelvas de rodillas a llorar y suplicarme,
Que perdone a tus mentiras, te diré:

Que ya no hay nada de nada en mi corazón,
Nada de nada de ti.
Ya no habrá nada de nada en mi corazón,
Ni rastro de tu cruel traición.

Y ahora sigue tu camino,
Porque tengo que olvidarte,
Que otros labios esta noche
Besarán mi soledad.

Y no habrá nada de nada en mi corazón,
Nada de nada de ti.
Ya no habrá nada de nada en mi corazón,
Ni rastro de tu cruel traición.

Nada de nada en mi corazón,
Nada de nada de ti.
Ya no habrá nada de nada en mi corazón,
Ni rastro de tu cruel traición.