Dios de sombrillas
Letra de la canción Dios de sombrillas
Me gustaban sus caricias y su pelo,
Y sus horas que eran mías y mis labios en su piel,
Y el aroma de ese perfume indiscreto,
Que acostumbraba en el cuello donde tanto le busqué.
Me gustaba su llegada y la esperaba,
Asomado a la ventana desde donde veo pasar,
El vaivén de un mundo tan desconocido,
Que no sé si la he encontrado allí o quizá en otro lugar.
Me gustaban esas tardes,
Y hallar en los parques las bancas que les hacían lugar
A unos novios, y a los otros, que como nosotros,
También, lo íbamos a intentar.
Me gustaban las bombillas, los días de sombrillas,
Y tener su mano después,
Ay, y cómo le gustaba besarme y mirarme
Y volverme a besar otra vez.
Me gustaba la llegada de las horas de llover,
Y me gustaban su prisa y cómo flotaban sus pies,
Y aunque a días sus imposibles me los contagiaba a mí,
Le conservo en la fotografía que no le devolví.
Ella hoy vive donde aguardan mis recuerdos,
Y a otra, que es muy parecida, me ve con ojos de ayer,
Yo sé que, ya no es la misma pero entiendo,
Que hay algunas ocasiones que me gustaría, volver.